Una vez en una de las plazas principales de Praga aparecieron estos avisos de advertencia: “¡Atención! ¡Cuidado con los carteristas!” La policía local sabía que aquí realmente había muchos carteristas, pero activamente descolgaron estos avisos. ¿Por qué?
En esta plaza había muchos turistas. Fueron los carteristas quienes colgaron avisos sobre ellos mismos. Facilitó su tarea. Las personas que leyeron los avisos automáticamente querían ver si sus objetos valores estaban intactos. Los ladrones los estaban observando y entendieron dónde estaba su objetivo.
La policía se enteró de este truco y descolgó estos avisos para que las personas no pudieran ayudar a robarse sin saberlo.