Un hombre se despertó, encendió un fósforo y vio algo de que murió de miedo. ¿Qué pasó?
El hombre fue condenado a una sentencia muy larga y era un prisionero. Pagó a un hombre que estaba a cargo de los funerales de los muertos en la cárcel para que lo ayudara a escapar. Planeaba que cuando alguien muriera en la cárcel, el prisionero se escondería en un ataúd junto con el cadáver. Cuando el ataúd sea enterrado fuera de la prisión, el funerario lo cavará y liberará al hombre.
Al enterarse de que alguien había muerto en la cárcel, el prisionero puso su plan en acción. Por la noche, se coló en el ataúd y se acostó junto con el cadáver. Allí se durmió. Se despertó cuando el ataúd estaba enterrado. Encendió un fósforo y vio la cara del cadáver – era el mismo hombre que tenía que desenterrar el ataúd.
Uno de los episodios de la serie La Hora de Hitchcock (1962 – 1965) hubo un episodio La Última Fuga, donde eso es lo que sucedió.